No sos lo que ves en el espejo

La dismorfia corporal

By Silvestre team

11/8/20251 min leer

Hay días en los que el espejo no refleja la realidad.
Podés estar entrenando, comiendo bien, moviéndote, y aun así sentir que tu cuerpo “no alcanza” o que algo está mal. Esa sensación no siempre tiene que ver con tu esfuerzo, sino con cómo tu mente interpreta lo que ves.

La dismorfia corporal es eso: ver algo distinto a lo que realmente sos. No se trata solo de “no gustarse” o de estar insatisfecho, sino de que la mente se enfoca en lo que percibe como defectos, reales o imaginarios, y deja de lado todo lo que está funcionando bien.
Es como si tu espejo interno tuviera un filtro distorsionado, que amplifica lo negativo y minimiza lo positivo. Y ojo, esto puede pasarle a cualquiera, incluso a quienes entrenan todos los días, comen saludable o llevan un estilo de vida activo.

En la práctica, eso se nota en la forma en que nos hablamos: comparaciones constantes con otros, sentir que los resultados nunca son suficientes, buscar un ideal imposible. Y cuanto más nos exigimos, más se desgasta la motivación y el disfrute del entrenamiento.

Por eso es clave entender algo: el entrenamiento no termina en el cuerpo.
Cuidar tu mente, aprender a valorarte, aceptar tus avances y ser paciente con tu proceso, también es parte del camino.
Porque si entrenar te hace sentir mal contigo mismo, entonces algo está fuera de balance, y no es tu cuerpo el problema.

No sos solo lo que ves en el espejo. Sos todo lo que hacés, lo que superás, lo que seguís intentando día a día.
Y en ese camino, cuidar tu salud mental también es parte del entrenamiento.